Mujeres en el sector tecnológico: haciendo camino al andar
La presencia de mujeres en el sector tecnológico ha aumentado considerablemente en los últimos años, aunque la desigualdad sigue estando presente, especialmente en los cargos de responsabilidad. Los motivos detrás de estos datos son múltiples, desde el menor número de mujeres estudiantes de carreras científicas y tecnológicas hasta el famoso techo de cristal.
La educación, el primer paso
Según los datos del estudio Women in the Digital Age de 2022, solo 3 de cada 10 mujeres en el mundo estudian actualmente alguna carrera de ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas. A pesar del incremento progresivo en los últimos años, la diferencia sigue siendo muy significativa y las razones detrás de esto son diversas. Los estereotipos de género, las influencias externas o los distintos enfoques educativos desde una edad temprana son algunas de ellas, tal y como han demostrado este y otros estudios recientes.
Begoña Villamor, mánager del departamento de Business Analytics y Big Data de Quistor, lleva más de 20 años dedicándose al sector tecnológico. Ella se siente afortunada de haber podido estudiar ingeniería informática en los años 90 porque “no me sentí limitada por mi entorno”, aunque reconoce que no era lo habitual. “Luego en la carrera éramos solo unas 10 mujeres. En las otras facultades (económicas, filología…) había muchas más.” Esto contrasta con la experiencia de Pilar Cobos, consultora junior del mismo departamento, que acabó la carrera de matemáticas en 2018. “Un tema que salió en la graduación es que éramos un 60% mujeres. He tenido suerte porque ahora está más normalizado.”
En el caso de Rocío Castillo, de la parte funcional de Quistor, pudo vivir en primera persona esta evolución. Comenzó la carrera de ingeniería informática hace 20 años, tuvo que dejarla por motivos familiares y ahora está cursando el último año. “Yo he notado la diferencia entre las dos épocas. Cada vez cuesta menos que se comprenda por qué una mujer está estudiando una ingeniería. Cuando entré la primera vez, todo el mundo me preguntaba “¿por qué estás aquí?” Eso ya no me pasa”.
Otra de las causas del mayor desinterés por este tipo de carreras parece estar en la falta de mujeres referentes a nivel histórico. Ada Lovelace, que desarrolló en el siglo XIX el primer logaritmo, marcó el camino de la programación y es una de las pocas que destacan en este campo. Para Begoña, “el problema no es que no haya referencias, sino que estén ocultas, que no tengan visibilidad” aunque reconoce que, en su caso, “yo no elegí la carrera con referentes lejanos sino cercanos a lo que me gustaba.” Todas, eso sí, coinciden en que el entorno es fundamental para tomar este tipo de decisiones. En palabras de Rocío, “la educación en la familia hace mucho. Es lo que hace que haya igualdad. En casa siempre me dijeron que hiciese lo que me hiciese feliz.”
Más mujeres, pero no en todos los puestos
El porcentaje que ha subido significativamente en estas últimas dos décadas es el de participación de las mujeres en la industria tecnológica, ahora en un 24% a nivel mundial y en tendencia creciente cada año. Sin embargo, este baja drásticamente hasta el 7% en el caso de los cargos de primer nivel. “En los puestos de toma de decisiones me sigo encontrando solo con hombres. No he visto diferencia en los últimos años en estos cargos en el círculo al que tengo acceso, aunque sí veo cada vez más mujeres en las empresas.”, admite Begoña.
Según un estudio de la UNESCO, las causas son muy diversas, pero es la conciliación la que se encuentra en el centro del debate, incluso con excepciones cada vez más habituales. En su experiencia, Begoña sigue viendo que “normalmente quienes piden la reducción de jornada son las mujeres. Y luego eso implica salarios más bajos porque, aunque te paguen lo mismo por hora, si trabajas menos horas, recibes un menor salario”. Algo que también repercute en la promoción interna de las empresas. El mismo estudio apunta que tanto hombres como mujeres tienen la misma ambición por progresar en sus carreras profesionales, pero la realidad muestra que los hombres tienen una probabilidad 88 veces mayor de alcanzar cargos de responsabilidad. “Aunque hay una evolución social, creo que estos cambios son muy lentos porque tienen que ir calando a la educación en todas las familias, es cuestión de varias generaciones.”
Aun así, en el entorno de trabajo, son cada vez menos frecuentes las discriminaciones por género. “En el aspecto laboral nunca he notado diferencia, siempre me he sentido apoyada por todos”, “he notado siempre que se me valoraba por mi valía”, reconocen. Aunque en el caso de Begoña, sí que percibió cierta disparidad hace unos años. “Cuando estaba buscando mi primer trabajo, la única cosa que noté es que solo me ofrecían puestos de profesora, no de informática.”
Nuevas oportunidades
Para tratar de reducir esta brecha, existen numerosos programas de inclusión para las mujeres en empresas tecnológicas. Uno de ellos es Reiventa Tech, organizado por Oracle Women Leadership en España y que tendrá su segunda edición este 2023. Este programa tiene como objetivo capacitar a mujeres desempleadas en el ámbito de las nuevas tecnologías mediante formación oficial y certificación de nuevas habilidades, buscando tener un impacto directo en su empleabilidad. En la primera edición, fueron 20 las mujeres que se formaron en ocho disciplinas diferentes. Quistor participó como una de las empresas colaboradoras y volverá a apostar por ello este año. Gracias a esta iniciativa, mujeres como Alejandra Gilabert tuvieron la oportunidad de entrar, en este caso uniéndose al equipo de la propia Begoña.
La disponibilidad de las nuevas tecnologías es, por otro lado, otro recurso que facilita hoy en día la igualdad de oportunidades entre todas las personas, gracias al acceso a todo tipo de información. Para Rocío, esto ha sido fundamental porque “Internet ha hecho muchísimo a la hora de la formación. Cualquier duda que he tenido la busco en foros o en cualquier sitio, antes eso no lo había. Es una ayuda importante.”
Con el sector en pleno auge, Pilar tiene claro que animaría a todas aquellas que están plan planteándose estudiar o entrar en el sector porque son “perfectamente capaces” y “ahora mismo encontrar trabajo en el sector de la tecnología para una mujer no es difícil.” Antes era menos habitual, pero trabaja actualmente rodeada de muchas compañeras. “Creía que venía a un mundo de hombres y me encontré sobre todo mujeres. Y eso pasa ya en muchas empresas.” Begoña, por su parte, considera que quizá haya una falta de información sobre las posibles salidas laborales de cada carrera por lo que, cuando se disponga de ese conocimiento, “si eso es lo que te gusta, haz esa carrera, aunque te parezca más difícil.”
Sin duda, existe una evolución reseñable en los últimos años, pero aún insuficiente. El objetivo es que estos números no solo se igualen cuanto antes, sino que algún día no sea necesario siquiera destacar la presencia de mujeres en la industria tecnológica y especialmente en los altos cargos de las empresas. El camino que queda por recorrer es largo todavía.
Irene Ruiz, Marketing @Quistor